¿Quien no ha tenido una experiencia que le haya causado un sentir como alegría, tristeza, dolor o cualquier otra emoción?¿ Quien no recuerda algo vivido o incluso, lo llega a sentir físicamente en el presente como si estuviera pasando?
Esto es posible gracias a la complejidad de nuestro cerebro, que con sus diferentes estructuras ponen en marcha acciones, reacciones y la memoria de lo vivido generando toda una cascada bioquímica que a modo de fórmula, reproducirá las sensaciones y emociones cuando exista un echo externo que lo actualice. Esto va generando una especie de refuerzo en la vivencia original y si la naturaleza de ésta es de carácter desagradable o negativo se pueden llegar a instaurar verdaderos nudos emocionales,tales como fobias, aversiones, etc
Sin embargo ¿Cómo es que nos es más fácil el recordar los echos negativos que los positivos?
Esto ocurre ya que nuestra estructura cerebral más primitiva como es el cerebro límbico y la amígdala, se ponen en marcha y pone al servicio del instinto de supervivencia, todos nuestros sentidos. De esta manera pasamos a estar presentes al cien por cien en ese instante, frente a aquello que nos pueda estar comprometiendo el equilibrio,la vida o la supervivencia.
Otra de las estructuras importantes por su función gestora, moduladora y coordinadora de las emociones es el lóbulo frontal y prefrontal, sin embargo éste sin las estructuras filogenéticamete más antiguas sólo sería un ordenador de gran rendimiento.
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